Como podéis observar nos encontramos con una vivienda que acusaba el paso de los años. Procedimos al picado de todas las cargas exteriores, para posteriormente volver a cargar con mortero reforzado con mallas metálicas. Al nuevo mortero se le aplicaron tratamientos de enguarnecido, emplaste e imprimación, para por último aplicar 2 capas de pintura acrílica especial para exteriores, en los colores escogidos por la propiedad. El resultado una fachada saneada, y que protegerá de las inclemencias de manera adecuada por muchos años