En esta vivienda se sustituyeron los canalones y las bajantes de pvc existentes por otros de cobre. Como el alero tenía un canto enorme y sin posibilidad de escalonamiento, los canalones se recubrieron con una chapa de cobre para la formación de una cornisa curva, con una doble intención, por una lado estética y por otro buscando proteger la madera, que quedaba completamente expuesta y obligaba a un mantenimiento complicado de realizar. En estas fotos el cobre aún está sin oxidar, pero con el paso del tiempo adquirirá un calor pardo y perderá el brillo. En esta otra obra puede observarse el color definitivo.